Dejar de correr es una situación muy común en el mundo runner, son muchas las causas que pueden llevarte a parar, ya sea por una lesión, cambio de trabajo, horarios muy extensos, la llegada de un nuevo integrante a la familia, pérdida de motivación o cansancio mental al recorrer los mismos kilómetros todos los días.
Regresar a los entrenamiento y carreras pondrá a prueba tu fortaleza mental, sabemos que es difícil sentirte nuevamente fatigado al correr 2 kilómetros o recordar que antes corrías x número de kilómetros sin sentir tanto cansancio.
En este proceso debes tener paciencia y ser consiente que muchos factores van a convertir este proceso en un nuevo reto, el peso ganado, debilitamiento de músculos, etc. Recuperar la condición física será un proceso más duro y del cual debes ser consiente.
Bueno advertidos de este nuevo reto, vayamos a los consejos:
Las malditas lesiones.
Si vienes de una lesión debes estar recuperado al 100%, una última visita al doctor para dar el visto bueno nunca está de más. Dependiendo del tiempo que estuviste parado debes seguir un entrenamiento.
Si el periodo que paraste fue mayor a 6 meses y no realizaste otra actividad física, debes revisar tu peso y la fuerza con la que cuentas, regresar a correr inmediatamente puede provocar recaer nuevamente en una lesión, debido al alto impacto y la falta de fortaleza en tus piernas.
Realizar una visita al nutriólogo e integrar un acondicionamiento general para fortalecer todos los músculos implicados en la carrera es un buen inicio.
Si paraste máximo dos meses puedes empezar con caminatas de máximo 30 minutos durante la primera semana cada dos días, alternando un plan de fortalecimiento y entrenamiento cruzado (natación, bicicleta, crossfit o clases de cardío)
Durante este periodo de entrenamientos debes vigilar las molestias que se puedan presentar.
Haz espacio en tu calendario
Volver a incluir en tu calendario los entrenamientos cuesta trabajo, realiza planes donde puedas incluirlo a primera hora del día y dos planes alternativos a la hora de la comida y antes de dormir.
No importando cual es la hora de tu entrenamiento tendrá un beneficio en tu día, si lo realizas a primera hora del día, tendrás más energía y tu organismo permanecerá más acelerado.
A la hora de la comida, será ese break para relajarte y recargarte de energía para lo que resta.
Si es antes o después de llegar a casa, servirá para liberar el estrés y descansar mejor.
Tu nuevo calendario no debe hacerte sentir presionado, los días que estés apunto de bajar la guardia realiza un entrenamiento de trote ligero y sin presionarte. A veces los mejores entrenamientos son cuando menos ganas tenemos.
Libérate del peso ganado.
En este punto debes ser consiente de tu nuevo ritmo y condición física, subir de peso afecta en tu ritmo y desempeño al correr, volverá realizar los tiempos anteriores será más difícil.
Debes empezar a un ritmo cómodo, que puedas sostener una conversación sin problema, en esta etapa olvídate de los ejercicios de velocidad y enfócate en llevar una dieta rica en frutas y verduras, una visita al nutriólogo es una inversión inteligente en esta etapa.
Incluye ejercicios de fortalecimiento.
Tu cuerpo debe acostumbrarse nuevamente, tus articulaciones, ligamentos y músculos empezarán a recordar el esfuerzo y deben ser preparados. Incluye sesiones de pesas con un trabajo general enfocándonos en piernas, caderas y toda el área del core.
Fortalecer ayudará a evitar lesiones y el regreso a los kilómetros sea más placentero.
Escoge superficies suaves y entrenamiento cruzado
Es un buen momento para incluir superficies de tierra o pasto para realizar trotes suaves, el impacto será menos y disfrutaras más cada entrenamiento.
Los días que no se corre puedes incluir entrenamiento cruzado de natación, ciclismo y rutinas de fuerza. Incluir entrenamiento cruzado va sumando puntos y fortalece el compromiso para seguir adelante.
Recuperar las ganas de correr
Esta suele ser la parte más difícil y que pasa por la cabeza los primeros días, preguntas como: ¿Qué hago aquí? ¿Antes me parecía más divertido? ¿Qué doloroso es? , etc.
Al regresar a correr suelen aparecer las ideas negativas, para evitarlas debes plantear nuevas metas que vayan desde una carrera, bajar tallas o recuperar un ritmo por kilómetro, recuerda que estas empezando y debes ser paciente.
Probablemente hacías maratones, ahora tu meta será un 5K o podías correr 30 minutos seguidos, ahora tu meta será correr 10.
Inscribirte a una carrera es una buena meta y si te inscribes con amigos resultará mejor.
Otra recomendación es buscar un club de corredores cercano a tu casa, rodearte de gente que también está empezando o que siempre está al final de la ruta es un buen motivador.
Olvídate de tus marcas anteriores.
Es un buen momento para volver a plantear nuevas marcas, fíjate metas y no debes sentirte mal si no las alcanzas al 100%, debes ir poco a poco y retomar tu pasión.
Esperamos que todos estos consejos te ayuden a recobrar los kilómetros perdidos y que vuelvas con más fuerza, nunca es tarde para volver a construirnos y destrozar las marcas del pasado.
Te deseamos los mejores kilómetros en tu regreso y si puedes compartir este artículo con alguien que lo necesite nos harás muy felices.
¡Éxito y que sigas devorando kilómetros!