¿Cómo ayuda el ejercicio al corazón?

Hemos escuchado en muchas ocasiones que cualquier tipo de deporte en general es benéfico  para el ser humano y esto nos estabiliza tanto física como  intelectualmente. «Mente sana en cuerpo sano”. Y todo debido a que el principal órgano encargado de distribuir los nutrientes, antioxidantes y el oxígeno, trabaja en forma correcta, envía a través de la sangre y por la red de vasos sanguíneos van a todo el cuerpo incluyendo el cerebro. El ejercicio no es solo quemar calorías y bajar de peso, es nutrir verdaderamente.

También es muy importante considerar que cada individuo es apto para realizar  determinado tipo de ejercicio físico y debido a eso nos debemos poner en manos de especialistas como un médico general para evitar caer en descompensaciones.

El corazón y el ejercicio

Para tener un estado ideal de bienestar cardiovascular podemos iniciar con actividades aeróbicas  como: caminatas, trotar, correr, andar en bicicleta, nadar, bailar, entre otras. Con este tipo de actividades  podemos aumentar la resistencia cardíaca y así garantizar un buen funcionamiento, en consecuencia todo el cuerpo humano empieza a mejorar. Además de que este tipo de actividades no implican un costo monetario importante.

Ahora mencionaremos algunas de las funciones de los vasos sanguíneos:

  • Venas: se encargan de llevar la sangre desde los órganos y los tejidos hasta el corazón (sin contar en las venas que conforman la vena porta que se dirige primero al hígado), desde este a los pulmones, donde se intercambia el dióxido de carbono (CO2) con el oxígeno del aire inspirado (quitando también en las venas pulmonares, donde se transporta sangre oxigenada).
  • Arterias: llevan la sangre desde el corazón a los órganos, transportando el oxígeno y los nutrientes. Esta sangre se denomina arterial u oxigenada en la circulación mayor.
  • Capilares: los vasos de paredes muy finas, que comunican las arteriolas con las vénulas, son caracterizados por el intercambio de oxígeno y sustancias nutritivas en los tejidos. Los productos de desecho y dióxido de carbono regresan de los tejidos a las vénulas, que se encuentran en mayor cantidad en los tejidos activos.

Beneficios del corazón

La actividad física diaria  por lo menos durante 30 minutos nos ayuda a disminuir en forma importante los riesgos de enfermedades cardiovasculares  como: hipertensión arterial, diabetes, arteriosclerosis, infartos, obesidad  y ayuda a una mejor función pulmonar y cerebral. Por ello, es muy importante no mantener una vida sedentaria, mover los músculos constantemente nos darán una mejor calidad de vida. Otros beneficios incluyen:

  • Disminuir el riesgo cardiovascular: como hemos mencionado, se sabe que las personas que realizan actividad física constante tienen menores riesgos de desarrollar problemas cardíacos.
  • Disminuye el colesterol LDL: realizar 40 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por lo menos de tres a cuatro veces semanalmente, ayuda a reducir el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
  • Incremento de la capacidad pulmonar: la actividad física ayuda a reforzar los músculos implicados en la respiración.
  • Fortalece y aumenta el grosor del miocardio: el músculo del corazón se refuerza y se hace más grande al realizar ejercicio, además incrementa la fibra cardíaca del miocardio, una de las capas que recubren el corazón. Lo que le permite bombear más sangre en el cuerpo.

Recuerde lo esencial que es consultar a un especialista, principalmente si padece alguna enfermedad crónica. En ocasiones, el doctor puede proporcionarle ejercicios que ayudarán a mejorar su salud o deberá pedirle que lo evite en un porcentaje alto.

Con la colaboración de la Dra. Irma Orozco Vargas, médico general, quien verificó y compartió información para el desarrollo de este artículo. Estudió la licenciatura como Médico Cirujano y Partero en el Instituto Politécnico Nacional de 2011. Cuenta con más de 9 años de experiencia médica y se especializa en la Atención médica familiar integral, Enfermedades e infecciones comunes, entre otras más.

Autor: Dra. Irma Orozco Vargas

Referencias:

  1. Mayo Clinic
  2. MedlinePlus

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